200 ANIVERSARIO DE LA DIPUTACIÓN LEONESA.
200 AÑOS DE LA CONSTITUCIÓN DE LA DIPUTACIÓN LEONESA,
por Xabier Lago Mestre,
colectivo Fala Ceibe do Bierzo.
La Diputación de León está celebrando los 200 años de su primera constitución el 30 de junio de 1813. Esta institución provincial intenta reforzar su prestigio histórico en una coyuntura en que se reformula su existencia. Por una parte, desde los sectores de izquierda o más reformistas se defiende su supresión ante la labor institucional de las Comunidades Autónomas. Por otra parte, los gobiernos de derechas, tanto estatal como autonómicos, pretenden reforzar su existencia, con nuevas competencias, que pueden venir de los ayuntamientos y de las mancomunidades. Sin embargo, vaciar de competencias a los ayuntamientos puede lesionar la autonomía municipal, derecho reconocido por la propia Constitución española.
FALTA DE AUTOCRÍTICA DE LA INSTITUCIÓN LEONESA.
No se trata aquí de entrar en estos debates políticos y jurídicos. Pero sí cuestionamos la evolución histórica de la Diputación leonesa. Se creó para velar por los “intereses provinciales” pero claramente comprobamos que el territorio de León está cada vez más desestructurado. La despoblación, desaparición la economía agraria y ganadera, envejecimiento, subdesarrollo, etcétera son los grandes problemas del mundo rural leonés. La Diputación provincial no ha sido capaz de articular adecuadamente el territorio comarcal, todo lo contrario. Las comarcas naturales sólo existen a nivel geográfico pues en todas ellas amenaza la crisis socioeconómica. Además, en el territorio leonés ni siquiera las diversas cabeceras comarcales tienen capacidad de desarrollo (Astorga, Villablino, Sahagún, La Bañeza, Boñar, Sabero…). Así pues, la Diputación leonesa, a lo largo de estos 200 años de existencia, ha tenido bien de tiempo para evitar este desastre territorial, y debe asumir su responsabilidad centralizadora. Porque ante su ineficacia institucional y gestora, la capital leonesa ha sido la única beneficiada.
LA PRIMERA SESIÓN PLENARIA DE LA DIPUTACIÓN LEONESA.
Conviene recordar parcialmente aquella primera sesión de la Diputación leonesa. En este sentido sabemos que el 30 de junio de 1013 se juntaron en sesión plenaria el jefe político, el intendente provincial y 7 diputados. Entre estos últimos estuvieron representantes de alija, Sahagún, Villanueva del Campo, Vega del Condado y Piedrafita, además de Felipe Cuanda, por Vilafranca do Bierzo y Francisco Iglesias Crespo por A Cabreira, mientras que se eligieron por suplentes a José Asturias, por Vilafranca do Bierzo, y Juan Antonio Raposo por Quintanilla de A Cabreira. Como podemos comprobar, la elección de diputados fue bastante discrecional porque no aparecen representantes de las más importantes villas, caso de Ponferrada o Astorga. De ahí que en el misma sesión se decidiese un nuevo reparto de 11 partidos electorales, a saber, Astorga, Burón, Gordón, León, Omaña, La Bañeza, Sahagún, Toreno, Ponferrada, Vilafranca do Bierzo y Valderas. Otros temas tratados fueron los fiscales (distribuación de la contribución directa), militares (reclutamiento de tropas), asistenciales (financiación de los hospicios de Ponferrada, Astorga y León) o de abastecimiento de alimentos (control del precio de abastos), entre otros.
VISIÓN PROVINCIALISTA DESDE EL BIERZO.
La constitución de la Diputación leonesa fue la culminación del provincialismo político del momento. Pero no podemos olvidar que en El Bierzo el provincialismo también estaba asentado. Recordemos que desde finales del siglo XV existía la llamada provincia de El Bierzo con caracteres de división territorial y protoinstitución. Esta última se basaba en la existencia de los corregidores realengos de Ponferrada y de la provincia de El Bierzo. La Corona de Castilla estableció estos corregidores para ejecutar sus diversas políticas reales (gubernativas, fiscales, militares, fomento, religiosas, etc). En este sentido conviene decir que los intereses estatales de la Corona, durante el Antiguo Régimen, fueron aplicados progresivamente en toda la península, por encima incluso de las jurisdicciones señoriales y eclesiásticas.
La Guerra de la Independencia trastocó parcialmente las bases fundamentales del Antiguo Régimen. El corregidor de Ponferrada, en su intento por defender los intereses tradicionales de la Corona, entró en conflicto con los nuevos poderes institucionales emanados de las juntas locales (de Gobierno, Armamento y Defensa) de la provincia de El Bierzo. El caso más claro de este conflicto fue el que tuvo lugar entre Vilafranca do Bierzo y Ponferrada. Vilafranca, capital histórica del poderoso marquesado, tenía también el poder religioso de la Colegiata y el militar derivado de los ejércitos españoles que se establecieron en ella. Este contrapoder de la villa del Burbia entró en conflicto con Ponferrada, que alegaba ser la capital de la provincia, a la hora de centralizar la fiscalidad y ejecutar los mandatos reales. "Empezó la discordia entre las juntas de Ponferrada y Villafranca, y entre los pudientes del País y todos se abrogaron las facultades de nombrar Comandantes y dar plazas militares y de Hacienda (...)" (28 de julio de 1808). Por supuesto, esta conflictividad entre Ponferrada y Vilafranca continuó a lo largo de todo el siglo XIX, a la hora de fijar la futura capitalidad de la provincia liberal.
PROBLEMÁTICA ELECTORAL DEL DISTRITO BERCIANO.
Los problemas territoriales entre las dos unidades geográficas de Leon y El Bierzo han sido seculares. Durante la permanencia de la "Junta Suprema del Reino y Provincia de León" en la región berciana, alejada del empuje napoleónico, ya hubo problemas con la elección de los representantes. Esta Junta Suprema divide el territorio libre de franceses en partidos (marzo de 1810). El Bierzo es dividido en dos partidos (Vilafranca y Ponferrada), y luego en un tercero con Bembibre. Por supuesto, Ponferrada protestó ante esta división electoral de la provincia de El Bierzo porque la fragmentaba a nivel político (junio de 1812), y porque la celebración de las elecciones no tenía lugar en "la cabeza de la Provincia" y, por supuesto, recurren estas elecciones. Comentamos que las elecciones a las Cortes de Cádiz se iniciaba con la elección de representantes a nivel de parroquia. La siguiente elección era de los representantes a nivel de partido y, por último, en el ámbito provincial.
El problema de base es que El Bierzo, durante todo el Antiguo Régimen, tuvo el reconocimiento de provincia o partido. Esta provincia histórica bien merecía una representación propia, distinta de la provincia o partido de León, ante las Cortes de Cádiz. Tuvo que ser el Decreto de 23 de mayo de 1813 el que solucionase este y otros problemas sobre los distritos electorales. Este decreto determinó que las provincias coincidiesen con los antiguos reinos. Así, fueron elegidas como provincias: Galicia, Asturias, León, Navarra, Cataluña, Aragón, Castilla la Vieja, Castilla la Nueva...). Ante esta resolución administrativa la provincia de El Bierzo perdía su derecho de representación electoral en las Cortes de Cádiz. Lo peor de todo es que esta representación electoral del Reino-provincia de León ignoraba la representación histórica de la provincia-partido de El Bierzo también a la hora de elegir los diputados provinciales. Así se comprueba en la constitución del primer plenario de la Diputación provincia de León el 30 de junio de 1813.
LA GUERRA FAVORECE EL BERCIANISMO MILITAR.
Un tema que ayudó a crear la conciencia territorial específica en nuestra provincia occidental fue la constitución de los Tiradores de El Bierzo. El desarrollo de la Guerra de la Independencia favoreció la conciencia colectiva defensiva entre los bercianos. Los continuos agravios, muertes, abusos, destrozos y demás fomentaron la lógica reacción berciana. Fruto de estos graves problemas guerreros es la decisión de crear un cuerpo militar berciano. A esto mismo quizás ayudó el rechazo de los mandatos militares que emanaban de la Junta de León. Este fue el caso de los reclutamientos de tropas locales, "la razón no sería otra que los enfrentamientos habidos entre las juntas de Ponferrada y Villafranca por la primacía en el mando y la propia negativa de las mismas a dejar la Comandancia de sus alistados al Comisionado por la Junta de León " (junio de 1808).
Ponferrada trata de tomar la iniciativa en la formación del grupo de soldados bercianos. "La Junta de Gobierno, Armamento y Defensa de esta villa de Ponferrada, capital de su Partido y Provincia del Bierzo: hace saber a las justicias de los Pueblos, como por orden del Mayor General del Exército del Reyno de León, se mandan reunir todos los mozos alistados del Partido para formar un cuerpo con el Título Voluntarios del Bierzo, y para que tenga efecto acordó la Junta que se verifique su presencia en esta Villa, la mañana del jueves 15 del corriente sin falta alguna (...)" (año 1808). El 5º Regimiento del Vierzo con Mil ciento doce plazas a las órdenes del Teniente Coronel de Ynfantería y Coronel Ynterino de el don Leandro Osorio (...)" se dirige primero a León para juntarse con los llamados Voluntarios leoneses, y después para Burgos y Logroño. Finalmente las tropas bercianas y leonesas se integrarían en el ejército de Castilla. Tras la derrota de Logroño (octubre de 1808) los restos del ejército de Castilla se integran en el ejército del Centro.
Por último, recordar que la antigua bandera de los Voluntarios de El Bierzo (con la cruz roja de S. Andrés sobre fondo blanco) ha pasado aformar parte de la actual bandera Cruzada o Cruceira del Consejo Comarcal de El Bierzo.
O Bierzo, xullo de 2013.
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1 Comments:
Si todos los bercianos hablan perfectamente gallego, no se porque escribís en castellano.
Una pregunta ¿créis que el leonés es lengua propia de El Bierzo y debe ser igualmente reivindicada o pensáis que no existe?
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