40 ANIVERSARIO DEL ESTATUTO DE CASTILLA Y LEÓN.
40 AÑOS DEL ESTATUTO DE CASTILLA Y LEÓN,
Por Javier Lago Mestre.
Este 25 de febrero celebramos el
40 aniversario del Estatuto de autonomía de Castilla y León. Esta Ley orgánica
4/1983 ha permitido la integración de estos dos territorios vecinos en el Estado
de las autonomías. Sin embargo no todas las formaciones políticas van a
conmemorar esta fecha destacada. Nos referimos al leonesismo y a la ultraderecha.
Unos porque quieren la segregación territorial y otros porque pretenden rematar
con las regiones autonómicas.
Dicha
Ley estatal tiene un amplio contenido (derechos, instituciones, competencias,
reforma, etc) que no vamos a estudiar aquí. Nuestro objetivo en este
recordatorio es analizar las referencias de dicho Estatuto a El Bierzo.
Comenzamos diciendo que dicha norma ha sido reformada en varias ocasiones,
incorporando sucesivas menciones a El Bierzo.
En
primer lugar queremos mencionar la asamblea de Salamanca (1981) que debatió
sobre el contenido del Estatuto de Autonomía de Castilla y León. En esta
reunión política en el palacio de Fonseca se habló del reconocimiento de las
comarcas. Los socialistas, J. Alvarez de Paz y C. López Gavela, defendieron que
“se podrán reconocer comarcas, mediante la agrupación de municipios
limítrofes”. Fue un pequeño avance en la ordenación territorial con unos
políticos que no creían en las comarcas.
Hubo que esperar a 1988 para que el gobierno regional presentase un anteproyecto de Comarca para El Bierzo. Seguimos pensando que la mayoría de los políticos regionales no apostaban por la comarcalización, ni particular y menos generalizada. Fue la presión social y política de El Bierzo la que forzó la decisión del presidente J. María Aznar. Además, la concesión de un estatuto comarcal devaluado, en 1991, sirvió para debilitar parcialmente el bercianismo (ni provincia, ni región) y debilitó la expansión territorial del leonesismo, ante lo que podemos llamar la nueva identidad institucional berciana.
El
interés de los municipios vecinos por integrarse en la Comarca berciana
ocasionó un conflicto con la incorporación de Palacios del Sil (2005), tan
criticada por el leonesismo político y cultural. Y el miedo a la inclusión de
nuevos municipios´, caso de La Cabrera baja, significó el cierre de esta vía
mediante la reforma de la Ley de la Comarca (2010). Esta última modificación
normativa fija expresamente los municipios de la Comarca. De esta forma, una
posible petición futura de integración municipal exige hoy la reforma de la
mencionada Ley autonómica, con un largo proceso legislativo, se trata de un
impedimento jurídico más.
La
actual Ley de la Comarca debe ser modificada para mejorar su contenido. Sin
embargo, los políticos regionales siempre tratarán de que la citada norma sirva,
en primer lugar, a sus intereses, y luego, a los de los bercianos, que demandan
descentralización y más democracia. Por ello mismo no se traspasan ni delegan
competencias a El Bierzo. Tampoco se reconoce la elección directa de los
consejeros, ni las consultas populares, ni la iniciativa ciudadana, etc. Y otro
tanto podemos decir de la Diputación leonesa. Los que estudiamos el proceso
comarcal berciano bien sabemos de las resistencias del presidente de la
Diputación a ceder competencias al Consejo comarcal en 2000. Ese político del
PP habló en el pleno de “división institucional”, “la unidad como principio de
la fuerza”, “la Diputación se automutile” etc y, de remate, no concedió la
palabra al presidente comarcal, Jesús Esteban.
Conviene
destacar que el reconocimiento expreso de la Comarca de El Bierzo en el
Estatuto de autonomía de CyL, “regulará la Comarca de El Bierzo, teniendo en
cuenta sus singularidades y su trayectoria institucional” (art. 46.3). Esa Ley
orgánica fue aprobada por las Cortes generales, lo que supone una protección
legal adicional. Así pues, ni la Junta de Castilla y León ni las Cortes
regionales pueden suprimir la Comarca berciana. Es necesario decir esto cuando
vemos como algún nuevo partido se ha propuesto acabar con ciertos entes
regionales (Serla, fundación Villalar, etc).
En
segundo lugar, queremos destacar el reconocimiento de la lengua gallega en el
propio Estatuto de autonomía de CyL. Se trata de una mínima mención, “gozará de
respeto y protección la lengua gallega en los lugares en que habitualmente se
utilice” (art. 5.1). Por supuesto, esta referencia provocó duros ataques del
leonesismo cultural y político. Así aconteció en la década de 1990, tras
aparecer el gallego en el dicho Estatuto (colonización cultural), o en la
década de 2000 al poderse estudiar ese idioma en los colegios bercianos (imposición
lingüística). Incluso la prensa de mayo de 2005 publicó que la UPL anunciaba
que eliminaría el gallego del Estatuto autonómíco. ¡Vaya proeza!.
Lo
cierto es que la comunidad galegofalante do Bierzo seguirá reclamando una mayor
protección legal del gallego. Incluso ya se ha debatido la oficialidad del
gallego en las Cortes generales (2007), por supuesto la mayoría política denegó
esta legítima demanda. En 2010 el gallego fue reconocido en el articulado de la
Ley de la Comarca. Eso sí, los legisladores autonómicos no se esforzaron nada,
copiaron el mismo texto del Estatuto de autonomía en la dicha Ley autonómica.
Se trataba de demostrar su menosprecio político por el idioma gallego.
O Bierzo, febrero de 2023.
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