250 AÑOS DE FRAY MARTIN SARMIENTO EN EL BIERZO.
250 AÑOS DE FRAY MARTÍN SARMIENTO,
Por Javier Lago Mestre, del colectivo
cultural Fala Ceibe do Bierzo.
El 7 de diciembre de 1772
aconteció la muerte de fray Martín Sarmiento. Por lo tanto celebramos el 250
aniversario del fallecimiento de este religioso benedictino, nacido en
Villafranca de El Bierzo en 1695. Como erudito de la Ilustración se interesó
por diversas investigaciones. Destacaron sus estudios filológico, botánico,
pedagógico, derecho, etnográfico, etc.
En
este caso nos detendremos en sus estudios filológicos, y el interés demostrado
por El Bierzo. Cuando realiza sus investigaciones directas sobre la
documentación originaria, visita los monasterios bercianos de Carracedo, San
Andrés de Espinareda y San Pedro de Montes, y poder recopilar textos
medievales. De ellos extrae abundante léxico histórico que le ayuda a
comprender mejor la antigüedad de la lengua gallega. Su tesis filológica
consistía en demostrar la relación histórica entre el gallego y el idioma
portugués, y en rechazar la dependencia jerárquica del castellano. De esta
manera ayudó a dignificar la lengua gallega, fundamentando el mismo origen
latino de las tres lenguas vecinas.
Aprovechó
sus viajes por Galicia (años 1745 y 1754) para pasar por El Bierzo y conocer
mejor nuestra cultura gallega (fala, toponimia. Tenemos los relatos de esos
viajes con la descripción de sus itinerarios bercianos. Por otra parte, también
realizó estudios etnográficos, Sobre el
chasco que se da a los gallegos en la Cruz de Ferro (1756), y en el Discurso crítico sobre los maragatos.
Martín
Sarmiento fue un firme defensor de la enseñanza del gallego, toda una rebeldía
cuando el poder político quería imponer la obligatoriedad del castellano. En
este sentido conviene recordar algunas normas lingüísticas de la Corona. En
1768, la Real Cédula de Aranjuez manda
que la enseñanza de primeras letras, latinidad y retórica se haga en lengua
castellana. Por su parte, el Consejo de Castilla prohíbe imprimir libros en
otras lenguas que no sean la castellana (1766). Y el conde de Floridablanca, en
1780, obliga a que en todas las escuelas
del Reyno se enseñe a los niños su lengua materna (castellana) por la Gramática
que ha compuesto y publicado la Real Academia de la Lengua.
El
erudito berciano luchó también contra la represión de los castigos
antigallegos. En 1758 nos describe su opinión sobre esta problemática
pedagógica, acaso será máxima de algunos
que enseñan a castigar a los que hablan algo de gallego, para no verse
sonrojados con las preguntas. Para remediar estos males, hace su propuesta,
esa tiránica máxima se desvanecería si
los que han de ser maestros fuesen gallegos, y con conocimiento de lengua.
En
pleno siglo XXI los bercianos hemos recuperado cierta dignidad lingüística al
poder estudiar gallego en los centros educativos. Atrás quedan los años de la
Dictadura y de la Transición democrática en que se castigaba al alumnado que se
expresaba parcialmente en gallego (léxico, tiempos verbales, etc). Incluso en
este curso hay centros escolares de El Bierzo occidental que siguen sin ofertar
la materia de gallego a su alumnado gallegohablante.
Importante
ha sido el reconocimiento legal del idioma gallego de El Bierzo en el propio
Estatuto de Autonomía de Castilla y León. En esta Ley orgánica leemos que gozará de respeto y protección la lengua
gallega en los lugares en que habitualmente se utilice (art.5.3). Este
mismo reconocimiento se produce en la Ley regional que reforma la Comarca de El
Bierzo (2010). Sin embargo, la falta de declaración de oficialidad del gallego
ha impedido su uso normalizado en las administraciones públicas (Consejo
Comarcal, ayuntamientos y pedanías).
Pero
todavía queda mucho por reivindicar. Caso de la recuperación toponímica, mayor
(concellos, pedanías, vales…) y menor (montes, serras, regueiros…). En este
sentido, la Ley del Régimen local de Castilla y León (1998) todavía impone el
castellano, la denominación de los
municipios habrá de ser en lengua castellana (art. 24.1). Para los
bercianos está claro que no tendremos normalización lingüística hasta que
logremos la oficialidad del gallego, con la inclusión de ese reconocimiento
expreso en el propio Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Mientras eso
acontece no estaría mal la previa aprobación de una Ley regional de lenguas,
para poder ofrecer mayor protección jurídica al leonés, eusquera (Treviño) y
gallego (Sanabria y El Bierzo).
Desde
El Bierzo echamos de menos un mayor apoyo para nuestra lengua gallega desde
instituciones leoneses. Nos referimos, concretamente, al Instituto Leonés de
Cultura (Diputación) o la Cátedra de Estudios Leoneses (ULE) que sólo
benefician a la lengua leonesa. Los bercianos mantenemos con nuestros
impuestos estas dos citadas instituciones.
Pero resulta que ciertas singularidades bercianas son ignoradas, casos de
nuestra lengua gallega o el bicentenario provincial. Este trato institucional
resulta claramente discriminatorio. Políticas culturales leonesas que deben ser
criticadas por uniformistas, tan semejantes a las practicadas desde la Junta de
Castilla y León.
O BIERZO, DECEMBRO DE 2022
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