EL REAL VALLE DE ANCARES.
EL REAL VALLE DE ANCARES.
Por Javier Lago Mestre.
El Consejo Comarcal de El Bierzo
va a aprobar el reconocimiento oficial del Valle de Ancares. Se trata de
cambiar la actual denominación municipal del ayuntamiento de Candín. Conviene
recordar que fue en el siglo XIX cuando se crearon los ayuntamientos liberales.
El nuevo régimen político, posterior a la Constitución de 1812, trataba de
eliminar las instituciones absolutistas. En esta dinámica se suprimieron las
provincias del Antiguo régimen, caso de la histórica de El Bierzo de 1486. Mientras
se crearon nuevas provincias, Villafranca (1821), aunque el centralismo se
decantó por la supresión-anexión en León (1833), controladas por el Gobierno
central a través de sus jefes políticos y gobernadores civiles. Además se establecieron
partidos judiciales. Toda esta reforma administrativa
sirvió para rematar con la identidad institucional secular de El Bierzo.
Por
otra parte, la nueva política suprimió los señoríos, merindades (Valcarce,
Aguiar, Cornatelo…), cotos (Barxas, Corrais…), etc. Todos ellos fueron
sustituidos por nuevos municipios. El deseo de las políticas centralistas de
atacar el recuerdo de las instituciones anteriores (señoríos) impuso otras
denominaciones no tradicionales para los ayuntamientos. El real valle de
Ancares pasó a ser Candín, Fornela por Peranzanes, A Somoza por Burbia, merindad
de Aguiar por Sobrado y Oencia, merindad de Valcarce por A Veiga de Valcarce, merindad
de Valdueza por s. Esteban de Valdueza, etc.
Tierra
de Ancares es una denominación territorial que encontramos en la documentación
medieval y que estuvo vinculada inicialmente al castillo de Fresnedelo. Fue
realengo, pasó a depender del obispado de Astorga (1206) y luego con monasterio
de s. Andrés de Espiñareda (1317). Tras establecer los llamados Reyes Católicos
los corregidores en Ponferrada, éstos ejercieron su jurisdicción real sobre ciertos
territorios eclesiásticos (A Somoza maragata, Los Barrios de Salas, etc. En la
documentación de la Edad moderna leemos Real valle de Ancares.
El
valle de Ancares estaba formado por 9 localidades. Los censos fiscales se
refieren expresamente, “nombre es conocido en esta tierra y provincia”, es
decir, mención a dos unidades territoriales, valle de Ancares y provincia
berciana. A nivel político, en el valle eligen popularmente sus cargos propios,
casos del procurador general, juez y alcalde de hermandad. Dichos
representantes populares, posteriormente eran ratificados por el corregidor real
de Ponferrada. En el siglo XVIII los papeles hablan del ayuntamiento de Valle
de Ancares y de la casa del ayuntamiento (1777). También podemos leer sobre el
nombramiento del escribano del número “del valle de Ancares, provincia del
Bierzo” (1775).
Toda
esta organización institucional servía para la defensa de los intereses generales
del real valle. La institución castellana de la Mesta (ganadera) traía sus
rebaños de ovejas merinas hasta las sierras bercianas. El valle de Ancares tuvo
que pleitear contra la Mesta que trataba de aplicar su jurisdicción privilegiada
mediante audiencia en la villa de Veiga (1624). Incluso El procurador general
del valle rechazó a ciertos alcaldes que realizaron los empadronamientos de
hidalgos y que quedaban exentos de contribuciones fiscales locales (1808).
También
el valle de Ancares reclamó sus privilegios fiscales ante la Corona de Castilla
en base a la pobreza del territorio. Así aconteció en su oposición a las
contribuciones y repartimientos para el arreglo de puentes foráneos (1773). Los
censos fiscales nos recuerdan que sus habitantes no pagan ciertos impuestos
reales, “dicho común servicio ordinario y extraordinario por gozar todos los
vecinos de previlegio de hijosdalgo” (Ensenada, 1752). No acontecía lo mismo
con las alcabalas (impuesto sobre el comercio). Este arbitrio estaba cedido a
los marqueses de Villafranca, y lo gestionaba el procurador general del valle,
siendo el encargado de llevar la recaudación a la tesorería del castillo de
Ponferrada.
Por
supuesto, las comentadas instituciones colectivas del valle de Ancares tuvieron
diversas funciones (políticas, fiscales, militares, judiciales, etc). Del
trabajo político comunitario surgió un derecho consuetudinario vallego que
comprendía una amplia normativa agraria, ganadera, forestal, hídrica, etc. que
evitó diversos problemas entre las nueve localidades vecinas.
En
2023 el valle de Ancares quiere recuperar su denominación tradicional y darle
categoría de oficialidad municipal. El topónimo Ancares ha sido utilizado por territorios
vecinos, caso de la llamada comarca gallega dos Ancares, incluso modificado
parcialmente cuando se utiliza como Los Ancares leoneses. Los topónimos pueden
ser modificados por diversas razones, históricas, políticas, lingüísticas,
económicas, etc. Estas diversas dinámicas pueden incluso deslocalizar los
topónimos antiguos. En la Edad moderna existía la tierra gallega de Cervantes
que ahora se llama Os Ancares. Más recientemente, los llamados Ancares leoneses
se extienden por Fornela, Ancares y A Somoza. El valle de Ancares quiere
reforzar su identidad territorial al recuperar su denominación tradicional,
reforzar su proyección exterior y evitar los ejemplos de deslocalización.
O Bierzo, marzo de 2023.
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