sábado, marzo 25, 2023

EL REAL VALLE DE ANCARES.



EL REAL VALLE DE ANCARES.

Por Javier Lago Mestre.

El Consejo Comarcal de El Bierzo va a aprobar el reconocimiento oficial del Valle de Ancares. Se trata de cambiar la actual denominación municipal del ayuntamiento de Candín. Conviene recordar que fue en el siglo XIX cuando se crearon los ayuntamientos liberales. El nuevo régimen político, posterior a la Constitución de 1812, trataba de eliminar las instituciones absolutistas. En esta dinámica se suprimieron las provincias del Antiguo régimen, caso de la histórica de El Bierzo de 1486. Mientras se crearon nuevas provincias, Villafranca (1821), aunque el centralismo se decantó por la supresión-anexión en León (1833), controladas por el Gobierno central a través de sus jefes políticos y gobernadores civiles. Además se establecieron partidos judiciales. Toda esta reforma  administrativa sirvió para rematar con la identidad institucional secular de El Bierzo.  

            Por otra parte, la nueva política suprimió los señoríos, merindades (Valcarce, Aguiar, Cornatelo…), cotos (Barxas, Corrais…), etc. Todos ellos fueron sustituidos por nuevos municipios. El deseo de las políticas centralistas de atacar el recuerdo de las instituciones anteriores (señoríos) impuso otras denominaciones no tradicionales para los ayuntamientos. El real valle de Ancares pasó a ser Candín, Fornela por Peranzanes, A Somoza por Burbia, merindad de Aguiar por Sobrado y Oencia, merindad de Valcarce por A Veiga de Valcarce, merindad de Valdueza por s. Esteban de Valdueza, etc.

            Tierra de Ancares es una denominación territorial que encontramos en la documentación medieval y que estuvo vinculada inicialmente al castillo de Fresnedelo. Fue realengo, pasó a depender del obispado de Astorga (1206) y luego con monasterio de s. Andrés de Espiñareda (1317). Tras establecer los llamados Reyes Católicos los corregidores en Ponferrada, éstos ejercieron su jurisdicción real sobre ciertos territorios eclesiásticos (A Somoza maragata, Los Barrios de Salas, etc. En la documentación de la Edad moderna leemos Real valle de Ancares.



            El valle de Ancares estaba formado por 9 localidades. Los censos fiscales se refieren expresamente, “nombre es conocido en esta tierra y provincia”, es decir, mención a dos unidades territoriales, valle de Ancares y provincia berciana. A nivel político, en el valle eligen popularmente sus cargos propios, casos del procurador general, juez y alcalde de hermandad. Dichos representantes populares, posteriormente eran ratificados por el corregidor real de Ponferrada. En el siglo XVIII los papeles hablan del ayuntamiento de Valle de Ancares y de la casa del ayuntamiento (1777). También podemos leer sobre el nombramiento del escribano del número “del valle de Ancares, provincia del Bierzo” (1775).

            Toda esta organización institucional servía para la defensa de los intereses generales del real valle. La institución castellana de la Mesta (ganadera) traía sus rebaños de ovejas merinas hasta las sierras bercianas. El valle de Ancares tuvo que pleitear contra la Mesta que trataba de aplicar su jurisdicción privilegiada mediante audiencia en la villa de Veiga (1624). Incluso El procurador general del valle rechazó a ciertos alcaldes que realizaron los empadronamientos de hidalgos y que quedaban exentos de contribuciones fiscales locales (1808).

            También el valle de Ancares reclamó sus privilegios fiscales ante la Corona de Castilla en base a la pobreza del territorio. Así aconteció en su oposición a las contribuciones y repartimientos para el arreglo de puentes foráneos (1773). Los censos fiscales nos recuerdan que sus habitantes no pagan ciertos impuestos reales, “dicho común servicio ordinario y extraordinario por gozar todos los vecinos de previlegio de hijosdalgo” (Ensenada, 1752). No acontecía lo mismo con las alcabalas (impuesto sobre el comercio). Este arbitrio estaba cedido a los marqueses de Villafranca, y lo gestionaba el procurador general del valle, siendo el encargado de llevar la recaudación a la tesorería del castillo de Ponferrada.



            Por supuesto, las comentadas instituciones colectivas del valle de Ancares tuvieron diversas funciones (políticas, fiscales, militares, judiciales, etc). Del trabajo político comunitario surgió un derecho consuetudinario vallego que comprendía una amplia normativa agraria, ganadera, forestal, hídrica, etc. que evitó diversos problemas entre las nueve localidades vecinas.

            En 2023 el valle de Ancares quiere recuperar su denominación tradicional y darle categoría de oficialidad municipal. El topónimo Ancares ha sido utilizado por territorios vecinos, caso de la llamada comarca gallega dos Ancares, incluso modificado parcialmente cuando se utiliza como Los Ancares leoneses. Los topónimos pueden ser modificados por diversas razones, históricas, políticas, lingüísticas, económicas, etc. Estas diversas dinámicas pueden incluso deslocalizar los topónimos antiguos. En la Edad moderna existía la tierra gallega de Cervantes que ahora se llama Os Ancares. Más recientemente, los llamados Ancares leoneses se extienden por Fornela, Ancares y A Somoza. El valle de Ancares quiere reforzar su identidad territorial al recuperar su denominación tradicional, reforzar su proyección exterior y evitar los ejemplos de deslocalización.

O Bierzo, marzo de 2023.



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