EL FIN DE LA PROVINCIA DE VILLAFRANCA EN 1823.
EL FIN DE LA PROVINCIA DE VILLAFRANCA EN 1823,
Por Javier Lago Mestre.
En el verano de 1823 se produjo
el fin de la provincia liberal de Villafranca de El Bierzo. Este acontecimiento
destacado merece un recuerdo y una reflexión sobre lo que supone la memoria colectiva.
Nos referimos a que todavía muchos bercianos consideran que la supresión de
dicha provincia se debió a las disputas entre Villafranca y Ponferrada por su
capitalidad. Pero la realidad histórica fue otra.
Conviene recordar que el régimen
político del Trienio liberal (1820-1823) se enfrentó al absolutismo. Esta
conflictividad peninsular se produjo en plena ocupación napoleónica, cuando la
guerra atacó las instituciones del llamado Antiguo (monarquía, señoríos,
Iglesia, etc). Tras la derrota militar francesa, las fuerzas burguesas
defendieron su régimen liberal (constitucionalismo, democracia censitaria,
reforma territorial, etc). Sin embargo, las monarquías europeas se organizaron
para defender el régimen absolutista. Su reacción militar fue la creación del
ejército de los Cien mil hijos de san Luis que invadió España en 1823.
Los militares franceses
avanzaron hacia El Bierzo al mando del general Bourke. El régimen liberal
nombró a Pablo Morille, conde de Cartagena, como comandante del 4º ejército (Galicia,
Asturias y León). La presencia de este ejército liberal en nuestra región
ocasionó numerosos problemas a los bercianos (alojamiento, abastecimiento,
transporte, requisas, contribuciones, etc). Bourke ocupa León (mayo) y se
dirige al Cerezal, donde inicia negociaciones con Pablo Morille. Este militar
evita el enfrentamiento militar y se retira a Lugo (26 de junio). En esta
ciudad emite una proclama a favor del absolutismo, rechazando la destitución
del rey Fernando VII y criticando al Gobierno provisional. Posteriormente, Bourke
llega a Lugo y Morille se somete (julio). Ahora ambos militares se unen contra
los focos liberales de Galicia, el militar francés ataca Mondoñedo, Viveiro y
Betanzos, mientras Morille ocupa Santiago, Pontevedra y Vigo.
LA RESISTENCIA PROVINCIAL
BERCIANA.
La diputación de Villafranca
poco podía hacer frente al poder de los jefes militares de los dos ejércitos
foráneos. En esta provincia berciana la institución provincial tenía escasez de
medios personales, económicos y materiales. Quienes sí actuaron fueron las
partidas realistas que ocuparon las localidades bercianas. En el caso de
Villafranca, los partidarios del conde Fideli destruyeron la simbología liberal
(quema de constituciones, rompieron escudos y documentos, formaron voluntarios
realistas, etc). Los liberales bercianos continuaron la lucha desde las
montañas, ejemplos del jefe político provincial, Nicolás de Castro, o el abad
do Barco, que llegaron a recuperar temporalmente Ponferrada y Villafranca.
La resistencia provincial
berciana ante el absolutismo tenía los días contados. Las partidas bercianas
estaban divididas entre absolutistas y liberales. Pero la presencia del
ejército absolutista decantó la victoria de su lado. El nuevo régimen
absolutista derogó la obra política liberal (decreto de 1 de octubre), con la
supresión de la provincia de Villafranca. De ahí la recuperación de las
instituciones del Antiguo régimen, como los antiguos corregidores. Así se
repone un nuevo oficial real en Ponferrada, ”corregidor, justicia mayor,
capitán á guerra, subdelegado de todas las rentas reales (…) de la villa de
Ponferrada, su jurisdicción y partido” (octubre de 1823). El corregimiento
ponferradino correspondía con el antiguo partido-provincia de El Bierzo de la
Edad moderna.
Ante el triunfo del régimen
absolutista, los regidores ponferradinos buscan el amparo real, “como capital
en el partido del Vierzo, en el reino de León (…), se dirige sumiso al augusto
trono de V.M. con el más ardiente entusiasmo al ver a su adorado Soberano con
su cara esposa y Real familia”. Además se aprovecha este escrito municipal para
recordar la pérdida provincial, “avisándole tan enorme sentimiento la mudanza
de su antigua capital a pueblo menos digno, decretada por los titulados Padres
de la patria en la época de desorden” (Gaceta de Madrid, marzo de 1824). En
varios documentos sigue apareciendo la referencia a la provincia berciana. Así
acontece cuando La Somoza reclama sus privilegios ante la Corona, “Sindico
general de la Somoza de San Cosmed, de la provincia del Bierzo” (1825). El
Diccionario d Sebastián Miñano, de 1826, se refiere a “montañas de Asturias, y
dividen la provincia del Bierzo, del reino de Galicia”.
La supresión de la diputación de
Villafranca no significó el fin de las aspiraciones provinciales bercianas. A
lo largo del siglo XIX, siempre que la coyuntura política española lo permitió,
los bercianos reclamaron la descentralización en nuestra región con la
recuperación de la provincia histórica. Por supuesto, Villafranca y Ponferrada
comandaron las diversas iniciativas, además de los proyectos provinciales
foráneos (Patricio de la Escosura, Fermín Caballero, Pascual Madoz, Lucas
Mallada, etc), y con reconocimiento geográfico específico (F. Fabre, R. Macias
Picavea, Dantín Cereceda, etc. Por desgracia, otros debates territoriales se
potenciaron (el regionalismo periférico, federalismo, regionalismo
administrativo estatal, etc), dejando aparcada la reforma provincial hasta
nuestros días.
O Bierzo, junio de 2023.
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