LA ARQUITECTURA MILITAR BERCIANA.
LA ARQUITECTURA MILITAR BERCIANA,
Por Javier Lago Mestre.
En la época prerromana destacan en
la región berciana numerosos castros. Muchos de ellos tienen murallas
defensivas, propias de los enfrentamientos interlocales y con los romanos. La
fortificación más destacada es el castro da Ventosa, en el alto de Pieiros.
Este castro amurallado tuvo existencia prerromana, visigoda y medieval. Otros
castros menores son los de peña Piñeira (Veiga de Espiñareda), castro do Chano (Peranzais),
castro Corona (Borrenes), castro Orellán, la Corona de las Torcas ((Albares de
la Ribera), castro da Modorra (S. Pedro de Nogal), castro de Peredo (As
Ferrarias), etc.
LOS CASTILLOS
MEDIEVALES.
En
la época medieval tenemos los castillos. En la región occidental nombramos los
castillos de Valboa, Sarracín (A Veiga de Valcarce), sta. María de Autares (relacionado
con el portazgo de Valcarce), Corullón y Lusio (merindade de Aguiar). En la
comarca da Cabreira existieron los de peña Ramiro (Valdevido, Truchas) y peña
Vellosa (Odollo). Otros castillos fueron los de Ulver o Cornatelo, Ponferrada, Villafranca,
Bembibre y en tierra de Ancares, el de Penoselo. Fuera de El Bierzo destacamos
los de Doiras (As Nogais), Quindous (Cervantes), Carbedo (Folgoso do Courel) y
O Castro (O Barco de Valdeorras). Los castillos medievales servían para
controlar sus contornas (merindades) y centros de poder territorial con
funciones fiscales, militares, judiciales, etc. sobre sus vasallos.
LAS MURALLAS
MEDIEVALES.
Las villas más importantes tenían
sus cercas medievales, son los casos de Villafranca, Ponferrada y Cacabelos. La
villa del Burbia tuvo cerca medieval con sus puertas (Socubo de salida al río
Burbia, del puente (fin de la calle del Agua), oeste (junto colegio de los
jesuitas, con salida para campo del cruñego), Cacabelos (iglesia de Santiago) y
de Vilela. Por su parte, Ponferrada tuvo cerca con sus diversas puertas, la del
portaje o Nieves (puente del Sil), la del Paraisín o Portería (puente del
Boeza), la del Comendador o s. Andrés y la de las Eras o posteriormente del
Reloj.
La villa de Cacabelos también tuvo
cerca. El historiador J.A. Balboa de Paz se refiere a un documento medieval que
habla de “por lo camino francés e como fer de tres ena cerca do concejo”
(monasterio de Espinareda, año 1332). Incluso nos dibuja el trazado urbano de
esa cerca, a lo largo de la calle Cuatropea, desde el río Cúa hasta la calle
camino de Santiago (revista Instituto Estudios Bercianos, nº 3, 1985, p.29).
Además, sabemos que A Veiga de
Espiñareda contó con cerca defensiva contra fieras. Un documento de su
monasterio se refiere al otorgamiento real de que “querien cercar porque fuese
mas guardada de lobos e fieras e de otros muchos males que y fasen de cada dia”
(4 de septiembre de 1371) (María del Carmen Gómez Bajo, Documentación medieval
del monasterio de San Andrés de Vega de Espinareda, USAL, 1993).
Las cercas bercianas tenían diversas
funciones. Servían para controlar la fiscalidad (cobro de alcabalas en ferias y
mercados. La seguridad pública u orden público comprendía el control de acceso
de sus vecinos e inmigrantes (jornaleros, emigrantes, etc). La defensa de las
villas frente a los enemigos en las luchas interseñoriales (entre condes de
Lemos, Benavente y Astorga en 1446, 1457, 1471 y 1476), revueltas
antiseñoriales (irmandiños en 1467) y rebeliones antimonárquicas de 1485 y
1507. La sanidad tenía su importancia durante los períodos de pestes foráneas
para impedir los contagios con sus habitantes mediante el cierre de las
puertas.
La presencia de murallas o cercas
medievales provocaba relaciones jurídicas (derechos y obligaciones). Los
vecinos de las villas debían conservar las cercas y torres. Sabemos que
Ponferrada estableció la protección de sus tramos de cercas y torres por los
vecinos de la villa y las 13 aldeas de su tierra. Otra obligación colectiva era
la derivada de la guardia o vigía de las cercas en tiempos belicosos. Estas
obligaciones defensivas fueron cuestionadas por las aldeas a principios del
siglo XVI. La expulsión del conde de Lemos por la Corona incentivó la pérdida
de las obligaciones señoriales, entre ellas las del mantenimiento de las cercas
ponferradinas.
El castillo de Vilafranca es el más moderno pues fue constuído por los marqueses. Su inicial edificación encontró las resistencias de los condes de Lemos que disputaban su posesión. Los correspondientes pleitos fueron resueltos por la Corona de Castilla a favor de los marqueses. El castillo de la villa del Burbia sufrió la destrucción parcial durante la Guerra de la Independencia, al igual que el ayuntamiento de la localidad.
LAS MURALLAS
FORÁNEAS.
La ciudad de León tiene murallas y
puertas. Sabemos que la puerta de s. Francisco se llamaba también gallega por
ser la de salida para este reino. Los peregrinos entraban por la puerta este o
de la Moneda, mientras que su salida de la ciudad leonesa se producía por la
puerta de Renueva, junto a s. Isidoro. En un documento de 2 de agosto de 1577
se habla del cierre de puertas ante la peste que amenaza a Galicia y El Vierzo
(Luís Vazquez de Parga, Las peregrinaciones a Santiago, t. 1, p. 419).
Como todos sabemos la ciudad de
Astorga también posee murallas. La entrada de peregrinos se produce por la
puerta del Rey, desde León. La salida se realizaba por la puerta de Hierro
(destruida por los napoleónicos), en el barrio de Rectivía, camino de El
Bierzo. En el caso de la ciudad de Lugo, tras cruzar el río Miño, por su puente
medieval, la entrada tiene lugar por la llamada puerta de s. Pedro, Toledana o
Astorga, por la procedencia de los mercaderes castellanos y arrieros maragatos.
O Bierzo,
xaneiro de 2022.
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