sábado, abril 29, 2017

GALICIA Y EL BIERZO EN EL SIGLO XIX.


GALICIA Y EL BIERZO EN EL SIGLO XIX.
por Xabier Lago Mestre,
Coletivo cultural Fala Ceibe do Bierzo
falaceibe@yahoo.es

A lo largo del siglo XIX Galicia y El Bierzo tuvieron una importante relación. La Guerra de la Independencia posibilitó la alianza militar entre ambos territorios. Conviene recordar la creación de la Junta de Defensa de Defensa de Galicia, Asturias y León (1811) para facilitar la cooperación militar contra el invasor francés. 

En la defensa de la provincia de El Bierzo participó el ejército de Galicia, luego llamado ejército de la Izquierda, asentado en Villafranca. Con él colaboró el 5º regimiento de voluntarios bercianos (1808). Y las partidas de guerrilleros valdeorreses acosaron a los franceses en nuestra región.


La posterior revolución liberal legisló a favor de la eliminación de las instituciones del Antiguo Régimen. En esta dinámica se creó la provincia de Villafranca para luego ser suprimida  en 1833. En Galicia no gustó que Valdeorras se incluyese en la provincia berciana. Galicia defendía la diputación única pero finalmente se dividió su territorio en 4 provincias. Los levantamientos gallegos de 1840 reclamaron la unidad política y territorial. Mientras El Bierzo llevó sus sucesivas demandas provincialistas a las Cortes sin éxito.

Posteriormente los debates políticos federal (1868) y regional (1885) se impusieron, devaluando las reclamaciones provincialistas. Manuel Murguía, ideólogo regionalista, percibió las semejanzas de El Bierzo con Galicia, “esa hermosísima comarca berciana, en la cual, hombres, plantaciones, costumbres y lenguaje, a voces dicen que son nuestros hermanos (…)” (libro Galicia).


El rexurdimento literario gallego, de la segunda mitad de siglo, también tuvo sus implicaciones en El Bierzo. Antonio Fernández y Morales refleja el interés de Galicia por nuestra región, “cual tesoro que a codicia de dous avaros escolta, con xusticia ou sin xusticia, tira por ela Galicia mas Galicia non a solta” (1861). El propio autor reconoce la presencia del gallego, “si bien el berciano es un subdialecto gallego”. Su amigo el filólogo Mariano Cubí y Soler también defiende este subdialecto gallego.

Hay una conciencia colectiva de que la lengua gallega de El Bierzo es la misma que hablan nuestros vecinos. Así lo manifiestan nuestros escritores. Francisco del Llano y Ovalle se refiere en su libro, Flores del Bierzo (1896), “no está arreglada al dialecto gallego, sino a las variaciones que de él se hablan en El Bierzo”. Otro tanto acontece con Acacio Cáceres, “los habitantes de Villafranca (…), participan algo, por su proximidad, del carácter de Galicia, lo cual se manifiesta, más que por nada, por su acento” (El Vierzo, 1883).


Los escritores foráneos también perciben la presencia del idioma gallego. Hans Gadow, escribe su libro Por el Norte de España (1897), e indica que “el dialecto que hablan en una mezcla entre gallego y castellano, que no sería difícil de entender si la gente no pronunciare las palabras con un tono de voz tan desagradable”. Y finalizamos con Francisco Giner de los Ríos, el cual se refiere a El Bierzo, “parece indiscutible que en ellos y más todavía en su topografía de la región, predomine de tal suerte la afinidad con Galicia” (1884).

O BIERZO, ABRIL DE 2017.

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martes, abril 25, 2017

EL BIERZO COMUNERO.



EL BIERZO COMUNERO
por Xabier Lago Mestre.

Desde El Bierzo se sigue viendo la rebelión de los comuneros de Castilla como algo extraño. Pero lo cierto es los bercianos de la década de 1520 participaron de ese descontento social. Así lo manifestó el concejo de Villafranca cuando el rey  Carlos pasó para celebrar las Cortes de Santiago. Y luego esta villa apoyó a los comuneros (J. Rivera Blanco, 1983). 

Ponferrada felicitó a Carlos I por el viaje para su coronación, pero también le indicó que volviese pronto. Su regimiento “suplica a VM que pues las disensiones son tantas en estos reinos todas la son remediaran con la venyda de VM a ellos lo mas presto que se pudiese, los quales son de calidad que viniendo estaran tan llanos como quando vyno a ellos, y podran seguir con los que los han levantado y alborotado (…)” (Archivo General Simancas). Muestra de la preocupación berciana por los problemas comuneros.


El rey castellano favorece la alta nobleza. Así acontece con la concesión al marqués de Villafranca del poder de tener regidores en el gobierno de Ponferrada (diciembre de 1520). Ponferrada considera esta concesión un ataque a sus privilegios locales. Por eso la villa protesta ante el rey, éste acaba rectificando y reconociendo los derechos de Ponferrada (noviembre de 1522) (V. Fernández Vázquez, 2009). 

Los comuneros manifestaron su malestar por los abusos de los corregidores reales. Ponferrada estaba bajo el mando del corregidor que ejecutaba la política real. Esta villa  denunció que no se había hecho el juicio de residencia a su corregidor (febrero de 1520). Y sabemos que el corregidor Ruy Díaz Girón tuvo sentencia desfavorable por su mala gestión de las cuentas de propios y penas de cámara (1522).  


La alta nobleza gallega formó asamblea en Melide para hacer demandas al rey de Castilla (diciembre de 1520). Poco después el rey responde con una referencia a El Bierzo (marzo de 1521). “Quanto a lo que suplicays mande proveher alguna gente de guarda en Ponferrada y en Monterey, porque es muy nesçesario para la buena guarda de ese Reyno, en lo de Ponferrada (…), es my voluntad, e por la presente mando a my gobernador dese Reyno, que luego haga poner en la dicha villa treinta peones (…) para la guarda de la dicha fortaleza e villa de Ponferrada e pasos della”. La revuelta antiseñorial de los comuneros era una amenaza para los realistas del noroeste.


MONUMENTO A LA BATALLA DE VILLALAR.



En la provincia de El Bierzo también hubo descontento general por el cobro de los servicios reales de los años 1520 y 1521. “Y porque a cabsa de se pedir el dicho servicio la dicha tierra está algo escandalizada y se teme que si la cobranza va adelante se lebantara (…) que no cobre el dicho servicio porque desta manera la dicha tierra estará pacífica y sin alteración” (AGS). La política fiscal al servicio del imperio español fue protestada por los  bercianos que rechazaron la gestión recaudatoria de los regidores de la ciudad de León.

O Bierzo, abril de 2017.


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