miércoles, marzo 26, 2008

LA CONCIENCIA BERCIANISTA RESISTE


LA CONCIENCIA BERCIANISTA EXISTE,
Por Xabier Lago Mestre, Pte. de Fala Ceibe do Bierzo.



La conciencia colectiva berciana es una realidad incuestionable de los habitantes de esta región. A pesar de las fuertes identidades territoriales vecinas, castellana, leonesa, asturiana o gallega, se mantiene y en incluso se reafirma la conciencia berciana. Así lo indican las sucesivas encuestas que se realizan al respecto. La última de ellas que conocemos, “Estudiu sociollingüísticu de Lleon. Identidá, conciencia d´usu y actitúes lingüístiques de la población lleonesa”, de los profesores de la Universidad de Oviedo, Xosé Antón González Riaño y Xosé Lluis Garcia Arias, nos aporta datos actualizados sobre el tema identitario.


Esta encuesta se ha realizado teniendo en cuenta las opiniones de aproximadamente 500 personas naturales de diversas comarcas leonesas. Se trataba de conocer aspectos relacionados con la sociolingüística de la lengua leonesa. Por ejemplo se ha preguntado a los encuestados sobre cómo denominan a la lengua territorial que hablan. La mayoría la definieron como idioma leonesa (27,8%), seguida de los que la definieron como asturleonés el (9,9%) o bable (5%), mientras que los habitantes de las comarcas más occidentales insistieron en que lo que hablaban era gallego, otros lo llamaron chapurriau (2,6%), berciano (2%), gallegoleonés (1,8%) o patxuezu (1,2%). Queda pues claro que se mantiene el hecho lingüístico diferencial entre los bercianos que tienen conciencia colectiva de hablar otro idioma distinto del leonés y del castellano, es decir, gallego fundamentalmente aunque algunos lo llamen berciano, gallegoleonés o chapurriau.


Pero la dicha encuesta leonesista también se refiere a aspectos de conciencia territorial, al preguntar por la opción por la hipotética autonomía de un León sólo o por Castilla. En las comarcas de Laciana, Omaña y Maragatería triunfa la opción primera, con un 58,3%, 50% y 47,4% respectivamente. Sin embargo, la opción por Castilla resulta mayoritaria en Campos (66,7%) y en El Bierzo (47,3%). De nuevo El Bierzo da la nota al apostar más por Castilla que por León, fruto del fuerte sentimiento bercianista que no encuentra acomodo en la pretensión autonomista leonesa.


Otra de las preguntas de la encuesta tiene relación con la afinidad a otras regiones. Los encuestados se sienten cercanos a los asturianos (36,7%), a los castellanos (21,2%) y a los gallegos (20,8%). Es de suponer que este acercamiento galleguista es preponderante en El Bierzo. Sobre el sentimiento territorial predominante, las respuestas inciden en lo leonés (54,6%), castellanoleonés (15,1%), español (7,7%), berciano (7,7%), castellano (3%) y asturiano (1,6%). Otra vez queda de manifiesto la fuerza del sentimiento bercianista, que consigue un porcentaje semejante al español. Recordemos que la encuesta es a nivel de la provincia leonesa, queremos decir con esto que los valores probercianos hubieran sido mayores de haber tenido una mayor participación los encuestados bercianos y bercianas.


En relación con el tema de la conciencia berciana que tratamos conviene traer a colación otra encuesta que realizó la facultad de Ciencias Políticas de la UNED de Ponferrada en 1995. En este trabajo académico los ponferradinos se decantaron mayoritariamente porque El Bierzo recuperase la perdida institución provincial (53,4%), mientras que se mostraron contrarios a ella un 34,3%. Otra pregunta hacía mención a la opción territorial más favorable para la autonomía de El Bierzo. Los defensores de mantenerse en Castilla y León representaron un porcentaje del 25%, sólo superado por unas décimas de los que apoyaron la opción “El Bierzo solo”. La postura a favor de la unión con Galiza supuso un 23,9%, quedando en último lugar “León solo” con un 16,8%. Luego bien se puede destacar la importancia de las dos corrientes identitarias, exclusivas y propias, la bercianista y la galleguista, de este territorio periférico de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.


O Bierzo, marzo de 2008.
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viernes, marzo 14, 2008

EL CENTENARIO DE LA CIUDAD DE PONFERRADA (1908-2008)


EL CENTENARIO DE LA CIUDAD DE PONFERRADA,
Xabier Lago Mestre, Pte. Fala Ceibe do Bierzo.



Los habitantes de Ponferrada estamos preparando los actos del centenario de la declaración como ciudad. No es empresa fácil hacer un programa de actos a gusto a todos y todas. Hay que destacar entre lo hecho la construcción del puente del Centenario y la restauración del castillo de los templarios. Dos importantes obras que tienen un gran futuro, ya que servirán para prestar mejores servicios públicos, además de reforzar la simbología colectiva de esta ciudad.


Resulta que los intereses pueden ser variados a la hora de reclamar actividades conmemorativas, así las deportivas, musicales, culturales, artísticas, etc. Personalmente me inclino por las culturales y por eso quiero incidir en lo que puede representar nuestro principal contenedor cultural, el castillo de los templarios. El reto presente y futuro es dar el protagonismo que se merece nuestro principal monumento. Pretendemos devolverle la vida con la organización de actividades culturales que dignifiquen su existencia, dejando en un segundo plano la etapa anterior de simple objetivo de las visitas turísticas. Se ha intervenido profundamente en su restauración para darle un nuevo protagonismo en la vida ciudadana y regional berciana.


En este sentido la reciente constitución de la Fundación Pedro Álvarez Osorio, conde de Lemos, servirá para reafirmar esa vitalidad cultural que el castillo se merece. No puede ser de otra forma, hay una clara vinculación histórica entre el conde y su fortaleza. El castillo debería ser la sede de las principales actividades de la fundación, las cuales deben superar el estricto ámbito de Ponferrada, para ser de carácter regional berciano e incluso aspirar a alcanzar un referente en el noroeste peninsular. Porque el conde y el castillo desenvolvieron un protagonismo histórico que superó con creces el estrecho marco ponferradino y berciano que aún está por divulgar.


Seguimos insistiendo en la importancia de la fundación y del castillo en los actos del Centenario para fijar en este 2008 las actividades de futuro. Dar a conocer la historia del castillo al gran público resulta fundamental, mediante publicaciones, conferencias, exposiciones, representaciones teatralizadas (caso de la Noche Templaria), pero tratando de procurar la mayor objetividad posible. Creemos que en El Bierzo hay productos culturales de interés, de tipo tradicional, etnográfico, lingüístico y demás que deberían ser puestos en valor por la fundación, que nos vinculan a las regiones vecinas de Castilla, León, Asturias y Galicia en un desarrollo cultural común. Todas estas actividades culturales tradicionales son totalmente compatibles con la programación de otras más modernas (ordenación territorial, medio ambiente, artísticas…) que vengan de otros territorios, que para eso estamos en pleno Itinerario Cultural Europeo, el Camino de Compostela.


La fundación con el tiempo también se puede dedicar a recuperar parte de nuestro patrimonio histórico perdido, por ejemplo el documental, conservado en lejanos archivos (Simancas, Sevilla, Madrid…), mediante la elaboración de las correspondientes copias. En este sentido también sería interesante la celebración de una exposición de fotografías con objeto de ver la evolución de Ponferrada y El Bierzo en los 100 últimos años, que formaría parte de un futuro archivo fotográfico regional.


Con estas líneas lo que hemos querido destacar es que lo importante del Centenario no son las actividades concretas que se programen en este 2008 sino el debate que se genere de cara a dar el protagonismo que merecen tanto el castillo como la fundación de cara al futuro cultural de Ponferrada y El Bierzo.


jueves, marzo 06, 2008

DEMANDAS BERCIANAS ANTE LAS CORTES EN 1657


DEMANDAS DE EL BIERZO ANTE LAS CORTES CASTELLANAS EN 1657,
Por Xabier Lago Mestre.



Sólo algunas ciudades de la Corona de Castilla tenían representación en Cortes por privilegio real. La ciudad de León representaba a tres territorios vecinos, a saber, Principado de Asturias, Provincia de El Bierzo y Partido de León. Los procuradores leoneses eran elegidos dentro del regimiento capitalino, por supuesto defendían los intereses de la élite aristocrática, de la cul formaban parte, y en segundo lugar los intereses de los citados territorios. Pero las relaciones entre los representados (villas y lugares) y los representantes nunca fueron fluidas ni coordinadas, por lo que las tres zonas raramente acudían con sus peticiones a sus procuradores capitalinos.


Hemos encontrado un documento que hace mención a una demanda de la villa de Ponferrada, por mor de la excesiva imposición fiscal realenga, tramitada ante las Cortes castellanas en el año 1657. La queja berciana se refiere al cobro en la citada villa y su partido del “antiguo y nuevo impuesto de quatro reales de cada caveça de ganado (…)”. Ponferrada, cabeza de partido y provincia de El Bierzo, acude con esta pretensión al Rey que emite el correspondiente Decreto, y posteriormente se fija la consulta de la Comisión de millones del Reino.


La villa de Ponferrada y los lugares de su partido alegan para “no pagar los quatro reales en cada caveça de ganado, que se impusieron para la paga del servicio de 24 ducados del que se matase en casas particulares (…)” que la merindad de Aguiar, Couto de Valboa y Valcarce “que son del partido de Ponferrada, se le dio provisión relevándoles de su paga (…)”. Sin embargo, el comisario de millones de la citada villa trataba de cobrar en ella y en los lugares de su partido “los quatro reales del impuesto antiguo y los otros quatro reales más que nuevamente se impusieron para la paga del millón y medio de ducados de los tres con que el Reyno servía a Vuestra Magestad en las presentes Cortes (…)”.


Así mismo, Ponferrada dice que si “se cobrasen esos dos impuestos se despoblarían los lugares de aquel partido, porque el ganado de aquella tierra no es capaz de poderlos pagar respecto al corto valor que tienen (…)”, ya “que la mayor parte de este ganado lo crían los pobres para su gasto (…)”, por eso se pide “que en aquella villa y su partido no se cobrasen los dichos dos impuestos de cada caveça de ganado que se matase en casas particulares (…)”. Además, El Bierzo pide un trato fiscal igualitario al recibido por otros territorios vecinos, es decir, “haciéndose lo mismo en Ponferrada que se hacía en Oviedo y en Galicia (…)”.


La villa de Ponferrada alega en su defensa el contenido del Memorial que presentó el Reino de Galicia a su Majestad real en 1640, el cual refería “la imposibilidad en que se allava de pagar los quatro reales que entonces se impusieron sobre cada caveça de ganado (…)”. La consecuencia de esto fue que la Provisión de marzo de 1641 permitió “que no se cobrase en Galicia el impuesto de quatro reales en cada caveça de ganado (…)”. Así pues, El Bierzo demuestra conocer la política reivindicativa utilizada por Galicia anteriormente y sigue su ejemplo.


Ponferrada también trae a colación en sus alegaciones el caso del Principado de Asturias que, continuando la estela reclamativa gallega, “pidió se le hiciese la misma gracia que en aquel Principado concurrían las mismas y mayores raçones por ello (…)”. El Principado logró su objetivo fiscal por provisión de julio de 1645. Posteriormente los concejos de la merindad de Aguiar da Lastra y de la jurisdicción de Valcarce y Valboa piden lo mismo “por ser ynclusos en la thesoreria de Oviedo como por asistirlos por ello las mismas causas (…)”. Esta demanda de los concejos de El Bierzo occidental tuvo sus frutos con las provisiones de 1646 “para que estos concejos y lugares no se cobrase este derecho (…)”.


El Bierzo, en defensa de sus intereses regionales, demuestra conocer bien lo que hicieron anteriormente los dichos territorios vecinos y recurre a demandar el mismo trato fiscal para con Galicia y Asturias, por sus similitudes territoriales y económicos. Curioso resulta comprobar cómo la merindad de Aguiar y las jurisdicciones de Valcarce y Valboa se adelantaron en el tiempo con sus demandas respecto de las realizadas por la villa de Ponferrada una década después. Aguiar, Valcarce e Valboa pertenecen al Marquesado de Villafranca, mientras que la villa de Ponferrada es de la Corona. La dicotomía señorial/realengo es clara, por eso la falta de unidad de acción en la defensa de los intereses bercianos. A pesar de ello resulta que Ponferrada trata de representar los intereses económicos del partido-provincia de El Bierzo ante las Cortes castellanas.


La Comisión de los millones de las Cortes determina en su consulta que se cobrase por el ganado mayor (vacuno) los cuatro reales “de todo lo que se matase en casas particulares (…)”, y que en cuanto al ganado menor, “se cobrase el derecho de quatro reales de todo el que se matase para vender cargando en el precio que corresponde, dejando libre a los vecinos, lo demás que fuese para cecinas del gasto de sus casas (…)”. La Comisión reconoce “que las causas porque se hiço esta gracia al Reyno de Galicia y demás lugares referidos de la provincia de León son los mismos que se vale la provincia de Ponferrada ”, y por lo tanto, “es de parecer se podría executar en ella y en los lugares de su partido lo mismo que se está mandado se haga con el Reyno de Galicia (…)”. Opinión que finalmente fue compartida por las propias Cortes castellanas.